Uno de los sueños más grandes de una persona es casarse con un extranjero y conocer otros lugares del mundo. Cuando se toca el asunto de la residencia, es indispensable tener en cuenta que un matrimonio no es sinónimo de que ya es un ciudadano del país. Para que esto suceda tiene que seguirse un procedimiento legal que las autoridades exigen.
Por regla general, el matrimonio trae ciertas ventajas a una persona y más aún cuando se trata de temas legales o de permanencia en el exterior. Cabe destacar que automáticamente no se llega a ser residente, pero sí se puede aplicar a la residencia como tal. Aunque haya ocurrido un casamiento, el extranjero ingresa al país con un estatus migratorio que con el tiempo puede mejorar o cambiar.
El tener la residencia abre muchas puertas y oportunidades en Uruguay, entre las muchas que ampara la ley encontramos:
Para que se pueda acceder a la residencia, el matrimonio debe tener como mínimo 2 años.
En muchos casos muchas personas contraen matrimonio con la única intención de entrar a un país, ante la ley este es un matrimonio falso. Para efectos legales de Residencia por Casamiento se deben presentar las siguientes pruebas:
Todos y cada uno de los trámites relacionados con el exterior deben realizarse ante el Ministerio del Interior Dirección Nacional de Migración. Estos deben hacerse de forma presencial, por lo que ambos deben presentarse.
Para darle inicio a este proceso de residencia después del tiempo estipulado podrá presentar los siguientes documentos en Migración:
Hay que recordar que todos los documentos deben estar apostillados, puesto que es un sello de legalización para trámites de confirmación de identidad.
Una vez se presenten los requisitos correspondientes, este proceso podrá durar aproximadamente 30 días.
En definitiva, obtener la Residencia por Matrimonio es posible después de que hayan transcurrido los 2 años estipulados por ley. Seguidamente, se presentan los requisitos y si todo está en regla, tendrás el documento que así lo acredita.